Leidy no necesita de un hombre para criar y educar a su hijo

Es un cambio radical, no gradual, el que ha vivido Leidy Johana Salazar Prieto luego de la dejación de armas: pasar de una vida en la que todo lo resolvía un colectivo, donde todo lo necesario lo proveía la organización, desde los útiles de aseo personal –incluido el maquillaje- hasta la medicina, con un enfermero disponible las 24 horas para atender desde una herida de guerra hasta un dolor de cabeza, a vivir una vida individual, ocupándose de todas sus necesidades y la crianza de un hijo, no es nada fácil.

Leidy se vinculó a HUMANICEMOS DH el 15 de enero de 2018, y está entre los 20 excombatientes que fueron acreditados, capacitados y entrenados, producto del convenio firmado entre HUMANICEMOS DH y HALO TRUST, antes que la OEA se viera impedida para acreditar personal excombatiente por estar aún las FARC-EP en la lista de organizaciones terroristas.

Permaneció en este componente entrenándose en desminado humanitario y gestión de información hasta junio de 2018, cuando HALO, presionado por las políticas del departamento de Estado de los Estados Unidos, devolvió a HUMANICEMOS el personal que venía capacitando.

“Pero estas no son penas” afirma Leidy, quien tiene una razón poderosa que la impulsa a seguir persistiendo y la inspira a seguir enrutando su vida: Chibirico, así le dicen los HUMANICEMOS al primer bebé nacido en el marco del proyecto. Chibi tiene 15 meses y, aunque su papá no ha asumido una paternidad responsable, es el consentido de todos los HUMANICEMOS.

“Quiero que mi hijo, cuando crezca, se sienta orgulloso de mí, porque aún sin apoyo pude sacarlo adelante, pero más que eso, que ayudé a construir una sociedad reconciliada y equitativa para que todos los niños como él tengan un mejor futuro” dice Leidy, con su acento llanero, pero tan pluricultural como todos los excombatientes que permanecieron, como ella, 10 o más años recorriendo la geografía nacional.

Leidy continúa, como todos los excombatientes vinculados a HUMANICEMOS DH, a la espera de la convocatoria para regresar a su base de entrenamiento e iniciar su trabajo como radioperadora, espera que ya no obedece a que el gobierno decida cuál será el organismo que hará monitoreo a las operaciones, o que la Unión Europea apruebe la subvención que garantice un año más de permanencia de la Organización – asuntos ya resueltos-; ahora es el COVID-19 quien mantiene atados a unos y otros.

HUMANICEMOS DH sigue afrontando vicisitudes y sigue probando su capacidad de resistencia y adaptación, no solo de los excombatientes vinculados al proyecto, sino también del personal profesional externo, contratado para apoyar en la generación de la capacidad técnica y administrativa del personal excombatiente. Y como afirma Leidy, “Es el momento de aportarle con lealtad y firmeza al proceso que viene adelantando nuestra Corporación, hay que demostrar con voluntad y aguante que se pueden hacer cosas grandes por el país”.

Ángela Orrego

Directora HUMANICEMOS DH

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